RIO SEGURA
A 15 kilómetros de mi pueblo y a 1.400 m. de altitud tiene su nacimiento el río Segura, en el lugar conocido como Fuente Segura, un surgente que mana de la misma roca, a los pies del pinar del Risco y de la Laguna de "Caña la Cruz". Los romanos lo llamaron Tader, los árabes Guadalabiad "el río blanco" y finalmente fue Segura de la Sierra la que dio nombre al río.
El joven río baña las huertas de las aldeas de Fuente Segura. Atraviesa el Pontón Alto, que se agarra a la roca con su entramado de casas blancas. Discurre el río por entre Pontón Alto y Pontones vigilado por el ojo de la Piedra Horadada y moviendo molinos donde otrora se moliera el grano para los ricos panes de este hermoso pueblo que se abraza al río y lo cruza con sus puentes árabes.
El río se cierra entonces en un valle fiero y salvaje al que tan solo se atreve a asomarse la aldea de Poyotello, encaramada en su calar y encima de la grandiosa cueva del Agua , capaz de albergar en su interior a más de 800 cabezas de ganado.
El valle se abre en la Huelga Utrera para recibir al Madera, que viene desde tierras de Segura y atraviesa los mejores pinares de laricio de la península. Pasa por aldeas como la Venta del Pescador y Venta de Rampias y recibe al arroyo que baja de los Anchos y La Cañada del Saucar.
El río forma una cinta de plata que serpentea por entre calares altivos y majestuosos poyos donde se asoman las cabras monteses y anidan los buitres. Se represa en las Anchuricas, a los pies de la bella aldea de La Toba, de la que recibe la abundante agua de su fuente, despeñándose desde sus casas blancas. Esta aldea se llama la Toba por estar asentada sobre una gran formación calcárea que ha ido modelando a lo largo de los siglos el agua de su fuente.
Numerosas aldeas de remoto origen como las Gorgollitas, el Parralejo, el Madroño, la Peguera del Madroño, se asoman al río detenidas en el tiempo y conservando sus más ancestrales costumbres.
Imponentes calares apuntalan su mirada sobre el río, el Calar del Pino, el de Cobos, el de Cabeza la Mora, y el de la Pililla, nos ofrecen la oportunidad de contemplar magníficas vistas sobre el río y toda la Sierra.
Por fin, apacible, después de ser observado por los gigantescos ojos de la cueva de los Aguijones, el Segura recibe al Zumeta en Las Juntas. La aldea de Miller se regocija a la solana entre frondosos bosques de carrascas y almeces y cantarinas fuentes, bajo la atenta mirada de su castillo, estupendo mirador sobre el valle del Segura que ya se desliza hacia el Mediterráneo por tierras de otros pueblos.
Esta zona resulta ideal para el descanso. La práctica de los deportes de la naturaleza de bajo impacto ambiental. Deportes náuticos sin motor en el embalse de las Anchuricas. Descenso de barrancos, rafting, vuelo en ala delta o en parapente. Caza fotográfica, pesca deportiva,... etc. Son actividades que el viajero puede realizar mientras disfruta de una estancia tranquila en este valle.